Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

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Índice de Documentos > Boletín Euroencuentros > Número 3



 

La acción social comunitaria establecida es, en mi opinión, esencial para conseguir una efectiva colaboración entre las generaciones; pero lo que pasa en nuestro país es exactamente lo contrario.

De hecho tenemos una posición sindical aberrante, según la cual cada concesión hecha al jubilado va en contra de los beneficios del trabajador. En la práctica, la tendencia general es evitar los problemas, olvidando los derechos de quienes en el pasado han constituido las bases de una tranquila “vejez”, incluyendo sus prestaciones en muchos fondos de jubilación. La necesidad de restringir los gastos sociales no puede y no debe infringir estos derechos; las transformaciones y las privatizaciones de los fondos serán útiles para el arreglo del balance público y podrán tener aplicación para los que serán los futuros jubilados, porque ellos mismos tendrán la posibilidad de constituir nuevas salvaguardias, pero sin pesar indirectamente en quien ya está jubilado.

De aquí la urgente necesidad de impedir que surjan barreras de estéril egoísmo generacional. Las Asociaciones de pensionistas de las Cajas de Ahorros Italianas están en su mayoría ligadas a la Federación nacional de Asociaciones de Jubilados Bancarios, y todas tienen como finalidad la defensa de los derechos de los pensionistas.

De hecho la legislación italiana no ampara suficientemente a nuestras Asociaciones, las cuales no están reconocidas por la Banca como representantes de los jubilados en los convenios y son obstaculizadas por los Sindicatos de “los trabajadores en activo”.

Por lo tanto sólo hay acuerdos poco serios y, cuando estos no alcanzan sus finalidades, hay que recurrir a los Tribunales de Trabajo para defender nuestros derechos.

A esta difícil situación se debe añadir, en este momento, la transformación de las Cajas de Ahorro en Bancos, sus uniones y sus concentraciones en “holdings” con otras Instituciones bancarias, que prácticamente cambiarán sus papeles. Quedan sólo las Fundaciones, recuerdo del pasado, las cuales se dedican a tareas de intervención y beneficencia propias de la institución.

Además, lo que hace hoy mas difícil el diálogo con los trabajadores es el problema de las excedencias, por las que se regula el trabajo a través de las jubilaciones anticipadas, por medio de un nuevo fondo o bien a través de fondos ya existentes en las diversas Instituciones. La situación es muy seria y por esto planteamos dos problemas urgentes:

1. El diálogo con los trabajadores en activo para constituir una base social intergeneracional en defensa de los derechos de todos.

2. Obtener para nuestras Asociaciones el pleno reconocimiento para poder representar a los jubilados ante cualquier Ente público o privado, en el momento en que haya problemas. En este ultimo caso pedimos la plena aplicación de la Carta de los Derechos Fundamentales del Hombre, establecida por la Convención Europea y aprobada por parte de los Estados que se adhirieron.

Trabajamos para que nuestro “Groupement” siga con fuerza y para que a través de él podamos intentar expresarnos plenamente.

Agradezco vuestra atención y sobre todo la magnífica organización de los amigos españoles, y también la camaradería de todos los que participan en este encuentro. Seguramente estos sentimientos serán transmitidos a mi regreso a Italia, tanto a mi Asociación como a la Federación con la esperanza de una colaboración cada vez mas eficiente.

 

 

Franco SALZA

Presidente de Associazione Pensionati della Cassa di Risparmio di Torino