Agrupación Europea de Pensionistas de Cajas de Ahorros y Entidades Financieras

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Índice de Documentos > Ponencias y comunicaciones > Santander 2009



  1. Que  los políticos tomen conciencia del envejecimiento demográfico, para posibilitar la perm–anente adaptación de una sociedad para todas las edades, abierta a todas las generaciones.
  1. Que los poderes públicos tomen las medidas necesarias para concienciar a todas las personas mayores de que no se automarginen en la participación socio política en nuestras sociedades.
  1. Que los poderes públicos procedan a una mejora de la imagen de las personas mayores y de su proceso de envejecimiento, para obtener todo el provecho de nuestra experiencia y serena reflexión.
  1. Que el derecho a la vida socio política quede abierto también de forma efectiva a todas las personas mayores.
  1. Que los partidos políticos, al confeccionar las listas electorales, incluyan en lugares de previsible elección a un número mínimo de personas mayores, capaces de representarlas realmente, de acuerdo con el porcentaje que en cada momento seamos sobre el conjunto de la población con derecho a voto.
  1. Que se tenga también en cuenta a las personas mayores, tanto en las elecciones a nivel de la Unión Europea, como en las nacionales, regionales o locales.
  1. Que se legisle la constitución del defensor de los derechos de los ciudadanos mayores.
  1. Que los poderes públicos adopten todas las medidas tendentes a lograr que no seamos  ”invisibles” ante las autoridades que nos legislan, y por ello, ocupemos los cargos que nos corresponden, de acuerdo con el porcentaje que representemos de la población, en los organismos sociales y políticos donde se toman las decisiones que nos afectan.
  1. Que se prohíba la discriminación, por razones de edad, en la gobernación de ciertos organismos públicos y privados, lo cual bloquea nuestra entrada en los consejos de administración de: mutuas, cajas de jubilación, cajas de ahorros, cajas de seguridad o en peritajes judiciales.
  1. Que se pongan en marcha los programas de desarrollo de una igualdad real y efectiva, y de una no discriminación por razones de edad.

    Es muy importante, pues, llevar a efecto de forma práctica la instauración en todos los ámbitos, incluidos el político y el social, de una verdadera “ciudadanía compartida” que abarque de forma natural a todas las personas mayores.