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Índice de Documentos > Boletín Euroencuentros > Número 21



LA MEDICINA EN LA ERA DIGITAL

¿A qué nos referimos cuando hablamos de la salud electrónica? Este concepto implica una atención sanitaria transformada por el uso de las tecnologías digitales y su conexión a las redes. Los retos de la salud del futuro van desde el historial médico hasta las aplicaciones sobre salud en los smartphones, pasando por la telemedicina. La salud electrónica es un término genérico que incluye todos los servicios digitales que velan por nuestra salud o que ayudan a los médicos a hacerlo. El término salud electrónica (ehealth en inglés) designa todos los aspectos digitales que afectan directamente o indirectamente a la salud. La salud electrónica es un ámbito en plena expansión que conoce cada día nuevas aplicaciones. Se trata de la revolución digital al servicio de los enfermos independientemente de su edad.

La era digital ha transformado la atención sanitaria permitiendo un seguimiento de la evolución de las patologías y de los tratamientos médicos en tiempo real. De manera más general, se utiliza igualmente este término para explicar la aplicación de tecnologías de la información y de la comunicación al conjunto de actividades relacionadas con la salud en su término más amplio.

Esto afecta a ámbitos como la telemedicina, la prevención, la ayuda a domicilio, el seguimiento de enfermedades crónicas a distancia (diabetes, hipertensión, insuficiencia cardíaca, etc.), los informes médicos electrónicos así como a las aplicaciones y a la domótica. La salud electrónica aparece cada vez más como la solución susceptible de ser implantada con vistas a paliar las dificultades de nuestro sistema sanitario, enfrentado hoy en día a varios grandes retos:

  • El envejecimiento de la población
  • La gestión de la dependencia
  • La aparición de enfermedades crónicas

En resumen, se trata de acercar el enfermo a la asistencia médica. Para el paciente, la salud electrónica debe ser un medio que permita llevar una vida normal en casa pero con supervisión médica.

En el ámbito médico, las expectativas ya están enfocadas en todo lo relacionado con lo digital. Con la aparición de las nuevas tecnologías de la informática y de la comunicación, el paciente podrá aspirar cómodamente a unos servicios médicos mejor adaptados con un sistema sanitario más accesible, más eficaz y definitivamente más enfocado a dicho paciente.

La salud electrónica modifica igualmente la relación entre médico y paciente y los intercambios entre los profesionales de la salud así como su formación. La organización de la atención médica y de la consulta pluridisciplinar nunca había sido tan precisa desde el nacimiento de la «salud virtual». En la salud electrónica conviene diferenciar tres grandes ámbitos:

  1. La transmisión de datos que permite la consulta a distancia y pedir la opinión de un especialista
  2. La presencia de robots en los quirófanos
  3. La asistencia terapéutica que permite a un enfermo vigilar su estado de salud con la ayuda de sensores y de varios objetos conectados

El IRCAD  de Estrasburgo prepara las operaciones del futuro. Por ejemplo, un cirujano asistido por un robot podrá ver en una pantalla la anatomía del paciente como si su piel fuera transparente, el órgano que hay que operar, la trayectoria que se debe seguir para alcanzarlo y también las zonas que conviene evitar.

Otro experimento es la atención médica a domicilio que se ocupa de reforzar la autonomía de los enfermos. El proyecto PICADo evalúa el interés de las técnicas basadas en la conexión digital con el fin de concebir un sistema de cuidados multipatológicos enfocado al enfermo. Un primer estudio clínico se centra en los pacientes de cáncer del sistema digestivo o de pulmón. Otro estudio en preparación se centra en los enfermos con trastornos cognitivos con pérdida de autonomía, como la enfermedad de Alzheimer.

Habrá que aprender a gestionar los riesgos inherentes a estas nuevas herramientas. ¿Cómo proteger los datos y evitar la piratería? Hay otro riesgo del que se habla poco: esos sensores que nos informan constantemente de nuestro estado de salud, ¿no nos convertirán en hipocondríacos y aumentarán nuestra preocupación permanentemente?

En el futuro, gracias a nuestro smartphone, podremos pasar una prueba médica, detectar un melanoma a partir de una captura de imagen, conseguir que un dron nos entregue en casa un desfibrilador o consultar una secuenciación de ADN. El ámbito de la salud está en plena transformación de la mano de la digitalización, de las tecnologías de la miniaturización y de la electrónica. Lejos de las fantasías futuristas, pronto podremos imaginar un cuerpo conectado, examinado y auscultado a distancia. Todavía no hemos llegado a ello pero será nuestro futuro en cuanto a salud se refiere. Sin embargo, ¿este futuro no fomentará una preocupación particularmente perceptible entre las personas mayores? ¿La digitalización al servicio de la salud acabará con el factor humano en la medicina?  El profesor Bringer de la Academia Nacional Francesa de Medicina afirma que esas evaluaciones permitirán modificar la profesión médica pero, ante todo, la medicina deberá mantener esa constante preocupación por la persona y el contacto humano.

Crónica libre de Jean-Claude Chrétien
Presidente de Honor