El vino de Madeira, o simplemente vino Madeira, es un vino fortificado, con alto contenido alcohólico, producido en las laderas y bodegas de la Región Demarcada de la Isla de Madeira. Es el producto principal de la economía de la Región Autónoma de Madeira y un símbolo de Madeira en todo el mundo.
Historia
La producción de vino de Madeira se remonta casi a la época del descubrimiento de la isla (1419). Las primeras variedades de uva fueron introducidas por orden del Infante D. Henrique, importadas de Cándia (capital de Creta, Grecia). Más tarde, se introdujeron otras variedades como la Tinta Negra, la Sercial, la Boal, la Verdelho y la Malvasia. Estas últimas cuatro producen vinos de calidad superior, gracias a las condiciones climáticas y la composición de los suelos.
La producción de vino fue impulsada por la necesidad de abastecer a los barcos en las rutas del Atlántico hacia el Nuevo Mundo y la India, y por la presencia de los ingleses en la isla, lo que permitió que el vino fuera conocido en toda Europa y América.
Fue con vino de Madeira que el 4 de julio de 1776 se brindó por la independencia de los Estados Unidos de América, probablemente porque era el vino favorito del estadista Thomas Jefferson[[carece de fuentes?]]. En esa misma época, aparecen las primeras referencias al vino Madeira como ingrediente en libros de cocina británicos y americanos.
El Madeira vivió períodos de gran proyección internacional intercalados con crisis. Las crisis más graves fueron provocadas por enfermedades que devastaron los viñedos (oidio en 1852 y filoxera en 1872), así como por problemas de calidad (aparición de la "estufa" y los híbridos productores directos). Hoy, con las técnicas modernas de vitivinicultura, transporte, divulgación y comercialización, ha recuperado su credibilidad y aceptación en el mercado internacional.
Importancia
Actualmente, la Isla de Madeira produce y exporta alrededor de 4,000,000 de litros de vino generoso de Madeira de alta calidad, reconocida mundialmente, que representaban, en 1999, el 43% de las exportaciones y salidas de las principales mercancías madeirenses[[3]], distribuidas principalmente por los siguientes productores: Madeira Wine Company, S.A., Vinhos Justino Henriques, Filhos, Lda., H. M. Borges, Sucrs, Lda., Henriques & Henriques, Vinhos, S.A., Artur de Barros e Sousa, Lda., Pereira d’Oliveira (Vinhos), Lda., Vinhos Barbeito (Madeira), Lda. y Madeira Vintners - CAF, CRL.
Este es el producto agroindustrial de mayor peso en la economía regional.
Principales variedades
La producción de Vino Madeira a partir de la variedad Tinta Negra representa alrededor del 90% del total, mientras que el 10% restante corresponde al Sercial, Verdelho, Boal y Malvasia, destinados a vinos finos, generalmente envejecidos en canteiro (envejecimiento natural en barrica sin uso de estufa), y posteriormente comercializados a mejores precios. El Sercial debe ser seco, el Verdelho semiseco, el Boal semidulce y el Malvasia dulce, cuando se comercializan con el nombre de la variedad, deben ser monovarietales.
Producción
La mayor parte de la producción, el 90%, se somete a estufagem. Desde la antigüedad, se conoce el efecto beneficioso del calor en el envejecimiento de los vinos. Los griegos y romanos ya lo utilizaban, y durante las grandes travesías marítimas de los portugueses, se observó que los vinos de Madeira transportados en las bodegas de los barcos, debido a las altas temperaturas de los trópicos, regresaban claramente mejorados. De ahí a intentar reproducir artificialmente el mismo efecto fue un paso, surgiendo en el siglo XVIII varios ingenios destinados a lograrlo, unos por calentamiento directo, otros por circulación de aire caliente y posteriormente mediante vapor de agua que circulaba en serpentines de cobre sumergidos en el vino.
Las técnicas han evolucionado, y actualmente las estufas están construidas en acero inoxidable, con camisas de transmisión de calor, isotérmicas, ahorrando energía y casi sin choque térmico, ya que el líquido que circula en las camisas es agua a unos 70 °C. Así, el vino se calienta suavemente, permaneciendo a unos 50 °C durante noventa días, seguidos de otros noventa días a temperatura ambiente. Durante este tiempo, gracias a oxidaciones y reducciones sucesivas, el vino adquiere aroma y sabor, y también cambia de color, perdiendo densidad cromática y adquiriendo tonos marrones o amarillentos, característicos del Vino de Madeira nuevo. A partir de este momento, el vino está listo para ser comercializado.
Estos vinos se comercializan únicamente con la designación "Madeira". La eventual aclaración del tipo de vino al consumidor se realiza mediante los términos seco, semiseco, semidulce y dulce, correspondiendo respectivamente a los grados Baumé: <1.5, de 1.5 a 2.5, de 2.5 a 3.5 y >3.5.
Fortificación
Todos estos vinos tienen una graduación alcohólica que varía entre el 17% y el 22% en volumen, y un contenido de azúcar entre 0 y alrededor de 150 gr/L. Este azúcar residual es el resultado de la interrupción de la fermentación alcohólica, mediante la adición de alcohol vínico con un mínimo del 96%, en diferentes momentos de la fermentación, según se deseen vinos secos o dulces.
Producción: vendimia y vinificación
Entre mediados de agosto y mediados de octubre, se realiza la vendimia en Madeira. El punto culminante es la Fiesta del Vino, celebrada en septiembre. El mosto resultante en las bodegas se somete a una fermentación interrumpida por la adición de alcohol vínico cuando alcanza el nivel de dulzor deseado.
El sistema de vinificación tradicional del Vino de Madeira es la "bica abierta", practicándose, en la mayoría de los casos, el prensado directo de las uvas. Sin embargo, algunas empresas ya cuentan con equipos que permiten vinificaciones con maceración, utilizados cuando se pretende elaborar vinos destinados a largos años en barrica, ya que producen vinos mejor estructurados y de mayor longevidad.
En 2011, según datos del IVBAM (Instituto del Vino, Bordado y Artesanía de Madeira), el 62% del total de uvas recolectadas en la RAM para la producción del Vino Madeira provino del municipio de Cámara de Lobos, destacando la parroquia de Estreito de Cámara de Lobos, que representa alrededor del 88% de esta producción.
Estabilidad
Como otros vinos naturales, el Vino Madeira tiende a formar depósitos con el tiempo. Son precipitaciones de naturaleza tartárica (cristales de bitartrato en el fondo de la botella), proteica (precipitados amorfos que no se depositan) o colorante (forman precipitados abundantes o peliculares). En este último caso, está la "casse hidrolásica"[[5]], que lleva a muchas personas a rechazar su consumo. Actualmente, casi todas las empresas realizan ultrarefrigeración (enfriamiento a temperaturas cercanas al punto de congelación y filtración a baja temperatura) antes del embotellamiento. Sin embargo, existen en el mercado vinos embotellados hace mucho tiempo (la estabilidad es siempre temporal), de producción artesanal o por opción técnica de los "puristas", que desarrollarán depósitos con el tiempo. En estos casos, se debe decantar cuidadosamente el líquido sobrenadante, sin restricciones para su consumo.
Consumo
El Vino de Madeira se consume principalmente como aperitivo y digestivo, y puede encontrarse en las siguientes categorías: Corriente, Madeira sin adjetivos, Reserva, Old o cinco años, Reserva Vieja, Very Old o diez años, quince años, veinte años, treinta años y cuarenta años, además de otros con indicación de la fecha de cosecha.
Al ser un vino fortificado, la temperatura de servicio es muy importante. A temperaturas elevadas, solo se revelan los aromas provenientes del alcohol, y no todos los aromas característicos del vino. Siempre se deben seguir los consejos de los productores, generalmente presentes en las contraetiquetas. En general, las temperaturas de servicio más adecuadas dependen del grado de dulzor, la edad y la variedad o variedades que lo componen. Por lo general, se recomienda servir entre 13 y 14 ºC para vinos más jóvenes, mientras que los vinos más añejos, por su mayor complejidad, deben servirse entre 15 y 16 ºC.
La copa ideal para el Vino Madeira debe tener una forma más abierta cerca del pie y más cerrada en la parte superior. Solo así el vino tendrá espacio para mostrar su bouquet y concentrar, en la apertura de la copa, sus aromas más complejos y ricos. La copa debe llenarse hasta un tercio.
Patrimonio Cultural Inmaterial
El 11 de septiembre de 2024, la Universidad de Madeira anunció oficialmente su intención de coordinar la candidatura de las tradiciones del vino Madeira a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Referencias
1. Silva, António (2023). «Once Upon a Time: The Old Blandy's Wine Lodge - Property Management and Business Strategies in Madeira (1811-1855)». Herança - Revista De História, Património E Cultura. 6 (2): 1–15. 2. Silva, António José Marques (23 de octubre de 2023). «From the glass to the plate: Reframing the storytelling about the Madeira wine's leaping into gastronomy». ISSN 2184-3090. doi:10.52152/heranca.v6i2.668. 3. Vinho – Instituto do Vinho da Madeira, Bordados e Obra de Vime – Instituto do Bordado e Tapeçarias do Arquipélago da Madeira, Flores e Banana – Direcção Regional de Agricultura. 4. Teles, Marco (2013). Câmara de Lobos: estudo das potencialidades de desenvolvimento e promoção turística do concelho. Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad Nova de Lisboa. 5. Ribereau Gayon y Émile Peynaud (1975). Sciences et Techniques du Vin. 6. «Cultura Madeira - Apresentação da Candidatura do Vinho Madeira a Património Cultural Imaterial da Humanidade da UNESCO». cultura.madeira.gov.pt. Consultado el 18 de septiembre de 2024.