Exigencias a los políticos contra la discriminación de la generación de los mayores en Alemania.

§ 1 de la Constitución alemana dice:

            „La dignidad del ser humano es inviolable“.

Sin embargo, la experiencia diaria en algunas residencias para ancianos lo contradice.

En muchas residencias existe una carencia de asistencia, y los cuidados óptimos a personas enfermas no siempre están garantizados. A menudo, el personal no está lo suficientemente preparado para asumir un trabajo tan sacrificado y extremadamente exigente. Debido a lo mal pagada que está la profesión de auxiliar geriátrico, las generaciones jóvenes no se sienten atraídas por esa formación profesional.

Lo que exigimos es:

-    Trabajadores cualificados, ningún empleado a tiempo parcial no cualificado como los llamados “1 Euro-jobs”[1], ya que, lo que hacen es fomentar  prácticas de contratación antisociales.           

- El cierre progresivo de todas las residencias y creación de unidades administrativas más reducidas (20 personas como máximo), de modo que se mantenga la individualidad de cada persona.  Ningún reglamento interno rígido. Una comunidad familiar de este tipo fomenta las conductas positivas y permite que los residentes participen en la vida social.

- Una mayor oferta de residencias sociales para ancianos.

   De este modo, el principio de autodeterminación de las personas sigue estando presente y con ello:

Se proporcionan unos cuidados y una asistencia estructurados,

Se elije la persona con la que compartir la vivienda,

Se determina cómo organizar la vivienda, y lo que se come y se bebe,

Se evita el alojarse en la residencia, cuando no es estrictamente necesario, 

Se evita el uso de psicofármacos.

-  Anulación del modelo de asistencia medico-sanitaria en vigor y  descripción de las necesidades individuales. El tipo de cuidados médico-sanitarios dependen tanto del caso como de la situación. Por ello hay que establecer un plan de cuidados individual en función de las necesidades de la persona.

-  La residencia tiene la obligación legal de presentar públicamente las cuentas de costes acumulados, como mínimo anualmente. En ellas se incluyen: los costes diarios por la asistencia al paciente, gastos de comida y alojamiento, gastos personales. Las autoridades y los residentes deberán tener acceso al balance de cuentas anual en todo momento, ya que hasta ahora, nadie sabe dónde está todo ese dinero. De este modo se evitarán los fraudes ala Seguridad Social. Los médicos, terapeutas y hospitales deberán justificar claramente los servicios prestados a los pacientes.

-         Los auxiliares geriátricos deben poder informar abiertamente de los problemas o defectos de la residencia,  sin que ello les perjudique.  

Exigimos a todos los órganos políticos, que lleven a cabo la reforma de la asistencia medico-sanitaria, necesaria desde hace ya mucho tiempo. También pedimos a las grandes asociaciones sociales y comerciales que reformen un sistema de cuidados geriátricos a ancianos corrupto.

En nuestra sociedad, se suele relacionar a las personas mayores principalmente con costes sociales, enfermedades y necesidad de cuidados.  

A menudo, las cualidades fruto de la edad no se tienen en cuenta. 

Es hora de que haya un cambio de mentalidad. Si no, esta sociedad gerontófoba,  perderá definitivamente su derecho a poder denominarse social y democrática.  

Ruth Rebert  

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